top of page
Buscar

Consejos dedicados a la juventud, Robert Schumann, parte II

  • No prodiguéis nunca las malas composiciones, sino combatidlas con energía para llegar a suprimirlas.

  • No tocaréis las malas composiciones ni las escucharéis sin estar forzados a ello.

  • Que no os seduzca en modo alguno esa brillante ejecución que llama bravura. Procurad que resalte la idea que el autor ha querido expresar: otro propósito siempre es ridículo

  • Considerad como acción vituperable el introducir cambio alguno, sea el que sea, en las obras de los maestros: tanto suprimir como añadir a capricho. Sería la injuria mayor que podríais hacer al arte.

  • En cuanto a la elección de piezas para estudiar, dirigíos a personas más experimentadas y así evitaréis perder el tiempo.

  • Para vuestra educación sería muy provechoso ir conociendo sucesivamente las obras más importantes de los mejores maestros.

  • No os dejéis seducir por los aplausos que obtienen los grandes concertistas: preferid siempre los elogios de los inteligentes a los de la multitud.

  • Todo cuanto la moda trae desaparece con ella, y si no os preocupáis más que de tocar las novedades, a la larga os haréis insoportables a todo el mundo y no seréis considerados.

  • El prodigarse demasiado tocando en sociedad trae más inconvenientes que ventajas. Cuidaos de vuestro público, y que sus halagos no os hagan caer en la debilidad de ejecutar alguna pieza que en otro lugar descartaríais.

  • No dejéis perder ninguna ocasión de tocar con otras personas, ya sea en dúos, tríos, etc. Estos ejercicios os serán de gran provecho para alcanzar en vuestro estilo más cuadratura y color. Acompañad con frecuencia a los cantantes.

  • Si todos los artistas quisieran ser primeros violines, sería imposible organizar ninguna orquesta. Respetad así el lugar de cada profesor.

  • Amad a vuestro instrumento, pero no lo consideréis orgullosamente como único o superior a cualquier otro. Tened presente que hay instrumentos que producen efectos igualmente hermosos; no olvidéis que existen los cantantes, y que los coros y la orquesta están llamados a interpretar lo más sublime que se ha escrito en música.

  • A medida que os hagáis hombres (y mujeres), procurad familiarizaros más con las partituras que con los artistas.

  • Tocad con frecuencia las fugas de los mejores maestros, particularmente las de Johan Sebastian Bach. Haced de su clave bien temperado vuestro pan cotidiano: él solo bastará para convertiros en excelente profesor.

  • Entre vuestros compañeros, escoged preferentemente siempre a los que sepan más.

  • Alternad vuestros estudios musicales con la lectura de los buenos poetas. Pasead a menudo por el campo y por los bosques.

  • Tened presente que no sois únicos en el mundo: por tanto, sed modestos. No olvidéis que no hemos de pensar ni descubrir nada que otros no hayan pensado o descubierto antes y, aunque realmente lo hubierais hecho, consideradlo como un don del cielo que debéis compartir con el prójimo.

  • El estudio de la historia de la música y la práctica de las obras más perfectas, en sus diversos estilos, os enseñarán mejor a evitar la vanidad y la presunción.

  • Leed, cuando lleguéis a la edad madura, las obras didácticas de los buenos autores.

  • Si pasáis por delante de una iglesia y oís la voz del órgano, entrad para escucharla; y si por suerte os fuere permitido sentaros ante él, probad de recorrer con vuestros dedos su teclado y admirad la grandeza de nuestro arte.

  • No perdáis ninguna ocasión de ejercitaros en el órgano: no hay instrumento más eficaz para corregir los defectos o hábitos de una mala educación musical.

  • No desdeñéis nunca el cantar a coro, especialmente las partes intermedias. Esta práctica contribuirá a haceros más fuertes en vuestro arte.


ree

 
 
 

Comentarios


Logo

Raquel García - Piano Clásico en Casa
Carrer Nou 8
La Bisbal d'Empordà 17100

Suscríbete a mi boletín

¡Gracias por tu mensaje!

bottom of page