Bach y la controversia

Cuando empecé en redes no me hice viral hasta que conté la historia de un alumno nuevo que llegó y me dijo literalmente que no tocaba Bach ni tenía partituras suyas porque las había quemado en la hoguera de San Juan. Ese reel fue el primero que se viralizó y, desde entonces, no volví a pagar anuncios. En TikTok acumula 43,7K visualizaciones. En Instagram lo retiré porque quedó dividido en dos partes.

Ayer publiqué un reel en el que hablaba de estudiantes que no siguen un camino profesional ni académico y que no quieren trabajar Bach, proponiendo alternativas. De nuevo apareció la controversia y algunos usuarios, esta vez desde YouTube, reaccionaron de forma desmedida, incluso poniendo en duda mi papel como profesora.

Cada vez que se plantea la opción de tocar o no tocar Bach surge polémica, algo que no suele ocurrir con otros compositores, así que voy a explorar por qué puede ocurrir esto.

• Que Bach es fundamental dentro de un recorrido académico está ampliamente demostrado. Lo que a menudo se olvida es que existen miles de personas que no se acercan al piano con objetivos profesionales, sino por el deseo de disfrutar de la música. En mi trabajo conviven alumnos que siguen un itinerario académico y otros que no, y siempre defiendo el derecho de todos a relacionarse con la música desde el disfrute. Cuando una persona que no tiene objetivos profesionales expresa con claridad que Bach le genera rechazo, que no le gusta o que arrastra una mala experiencia, le presento otras vías para que pueda seguir conectando con la música.

• En el camino del piano se puede llegar a niveles muy distintos. No todas las personas se plantean alcanzar el más alto. Para llegar a un nivel intermedio inicial, o a niveles similares que se pueden sostener con una vida llena de trabajo y familia, no es imprescindible tocar Bach. En esos casos suele ser más importante encontrar compositores con los que exista un vínculo real y avanzar a partir de ahí. Tengo alumnos de este perfil enamorados de Bach y lo trabajan con frecuencia, y también personas profundamente conectadas con el romanticismo. En ambos casos el acompañamiento es el mismo.

• Bach es uno de los compositores más exigentes. Requiere un conocimiento profundo del proceso de trabajo, presenta mayores dificultades de coordinación y memoria, y no todas las personas desean asumir ese nivel de exigencia. Elegir no hacerlo también es una decisión válida.

• Además, Bach suele resonar especialmente en personas con un perfil más intelectual, entre las que me incluyo. A algunos cerebros nos resulta más natural disfrutar de su música. El conflicto aparece cuando ese gusto se utiliza como una forma de demostración intelectual o como una herramienta de superioridad cultural, algo bastante extendido en la música clásica en general. Yo misma participé de esa actitud en el pasado. Con el tiempo he intentado moverme hacia una mirada que busque lo que nos une como personas, no lo que nos separa, y desde ahí ya no sostengo esa posición.

Bach es indispensable para la formación de un pianista completo. Pero si ese no es el objetivo y su música no conecta contigo, existen muchos otros compositores con los que se puede trabajar.

Y si eres amante de Bach, como yo, me alegra sinceramente que puedas disfrutar de su música. Eso sí, ese gusto no nos hace mejores que nadie.